domingo, 12 de diciembre de 2010

El Sol del Perú en el Palacio de Miraflores de Caracas

Oro del Perú




Notas sobre un obsequio de oro puro en pasta

Exordio
Los datos que aquí consigno fueron tomados de la información que se ofreció en la visita a Palacio de Miraflores en abril de 1974. Tanto el peso en oro puro como los datos precisos de su envío a Venezuela son materia de investigación. Resultará, con toda seguridad, para peruanos y venezolanos un asunto desconocido. Responde a la pregunta sobre la razón de ese nombre a uno de los salones del Palacio de Miraflores, sede del gobierno de Venezuela.
Palacio de Miraflores

En abril de 1974 llegué a la ciudad de Caracas. Formaba parte de la comitiva de graduados en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Federico Villarreal de Lima, portadora de una alfombra de fina artesanía ayacuchana mandada tejer especialmente para obsequiarla al presidente de Venezuela, ciudadano Carlos Andrés Pérez, quien había aceptado ser padrino de aquella promoción. Yo no pertenecía a ella pero la integraba por invitación del catedrático jefe de la delegación.

El alojamiento tuvo lugar en un hotel de la Av. Urdaneta, precisamente al frente del Palacio de Miraflores, sede del gobierno. En la mañana siguiente al arribo y atendiendo la agenda, pasamos al palacio y fuimos recibidos por el edecán del mandatario quien era portador de las disculpas del presidente para recibir a la delegación en audiencia ese día. No se había ajustado con oportunidad este punto en agenda y no fue posible la entrevista.

Se nos invitó a un recorrido por los amplios y antiguos recintos de aquella casa, mientras el coronel que hacía de cicerone explicaba con claro dominio los detalles de la mansión y de cada uno de sus amplios recintos.

Las épocas, desde su erección por el general Joaquín Crespo (1841-1898) que ordenó su levantamiento como casa y posteriormente como sede gubernamental, tienen marcados los hitos históricos de sus moradores. Por ejemplo, resulta admirable y suntuoso el gran comedor de gala donde el presidente, general Juan Vicente Gómez (1857-1936) daba banquetes de lujo. Muebles y jarrones de la más preciada factura italiana, cristalería de Sevres, oleos de marcada belleza lo decoran. Era entonces conocida como La Casona.

Pero el salón Ayacucho, Sol del Perú o también Oro del Perú es el que llamó la atención de los visitantes, especialmente de quien tiene el gusto de narrar este asunto.

Un gran asiento colocado dando la espalda al clásico cuadro de Bolívar en el Chimborazo, del estupendo pintor venezolano Británico Antonio Salas Díaz, conocido como Tito Salas (1887-1974) resulta ser el solio del Libertador y que ocupa el mandatario que preside las ceremonias oficiales en los grandes acontecimientos nacionales. Domina el extremo o cabecera de aquel recinto. Al frente hay acomodo para considerable audiencia.


El celebre cuadro del Libertador y su autor don Tito Salas

Efectivamente, la riqueza decorativa de aquel recinto para las grandes ocasiones, de ellas la entrega de las insignias del mando al nuevo presidente de la nación, asombra a la par que agrada. Largo y hermoso, decorado con cornisas doradas, luce un techo donde se muestran, al fresco, pinturas alusivas a los hechos históricos de Venezuela. (En este punto resulta igual de admirable el Salón Elíptico del Parlamento o Congreso Nacional en el Parque Bolívar. Un techo que es una joya con los frescos y la policromía, al estilo Imperio, también de los pinceles de don Tito Salas, el pintor de los hechos históricos de Venezuela)


Sol del Perú
Al centro una decoración enmarcada dentro de una estrella muestra un gran sol naciente entre montañas y nubes. Esculpida en oro puro esta joya da el nombre a la más importante sala de palacio. Labor en oro laminado y cincelado. Salón Oro del Perú, también Salón Sol del Perú o Salón Ayacucho. Esta sala forma parte de la obra del arquitecto italiano conde Guissepi Orsi de Mambello que lo inició a pedido de don Joaquín Crespo en 1884. Pero es en 1900 cuando lo inaugura como palacio de la república don Cipriano Castro. Sería en épocas de don Antonio Guzmán Blanco cuando se colocaría aquel oro labrado en el techo.

Durante el segundo gobierno del general Andrés Cáceres (1886-1890) se habría producido el obsequio de este oro en bruto o pasta -unos 25 kilogramos- al mandatario general Antonio Guzmán Blanco por su apoyo moral al Perú durante la Guerra del Salitre (1879-1883). Se le hubo colocado como motivo principal en este techo del salón más importante de palacio de Miraflores. Una joya de altísimo valor intrínseco pero, además, importante valor heurístico.

En su Mensaje presentado al Congreso, correspondiente al año 1881, el general Guzmán Blanco expresó como sigue:

"Nada me he atrevido a hacer oficialmente para impedir el escándalo inaudito de la guerra entre Chile, Bolivia y el Perú. He temido un desaire ofensivo a nuestra dignidad, del que no hubiéramos podido vindicarnos por la distancia y las dificultades materiales que nos interceptan. Desgraciadamente Chile ocupa ya Lima, después de una gran batalla, más que grande, sangrienta.

El pueblo peruano ha luchado y lucha todavía heroicamente, con honor para el patriotismo de Sudamérica. Os doy el pésame por la violación del gran principio de la fraternidad americana.

Y como Jefe del Gobierno de Venezuela, denuncio en este documento la reivindicación del derecho de conquista y pido al Congreso, representante directo de la Nación, levante una protesta digna de nuestra historia, de nuestra gloria, y de la memoria de El Libertador
".

Aquí en resumen datos biográficos de este ilustre mandatario venezolano.



Antonio Guzmán-Blanco (1829-1899)

Militar, estadista, caudillo y político venezolano; presidente del país en tres ocasiones (1870-1877; 1879-1884, y 1886-1887)


Liberal a ultranza, Antonio Guzmán Blanco procedía del seno de una familia acomodada con importantes contactos políticos; hijo de Antonio Leocadio Guzmán, fundador del Partido Liberal y de Carlota Blanco Jerez de Aristiguieta, descendiente del libertador Simón Bolívar por parte de sus hermanas era, además, miembro de la aristocracia. Sus padres llevan origen andaluz, vasco y canario.

Licenciado en Derecho por la Universidad Central de Venezuela pasa a ejercer cargos diplomáticos ante los Estados Unidos de Norteamérica y Francia.

Desde el momento en que Venezuela se había separado de la Gran Colombia (1830), el país había sufrido clara discrepancia política determinada por los conservadores, quienes respaldaban mantener el orden colonial; y los liberales, quienes, como lo detalla la historiografía de Hispanoamérica promovieron en común la necesidad de cambios radicales. Este era el bando en el que tenía importante participación don Antonio Guzmán Blanco.

En 1859, las tensiones dieron paso a los conflictos y los irreconciliables rivales se confrontaron en una guerra de guerrillas. Es cuando Guzmán Blanco asumió la responsabilidad de llevar a las tropas liberales a lo largo de una serie de batallas y maniobras exitosas.

Depuesto, en algún tramo de la historia el presiente liberal, Guzmán Blanco en su calidad de vicepresidente se retira a Francia, de donde retornará dos años después a Venezuela, esta vez armado con un importante ejército. Depone al gobierno conservador y como resultado es reconocido supremo líder. Vuelto el liberalismo vuelve Guzmán Blanco como nuevo presidente del país, su hegemonía empieza.

Primer Gobierno (1870-1877)
Segundo Gobierno (1879-1884)
Tercer Gobierno (1886-1888)

En su tercer y último gobierno ganó la presidencia en las elecciones de 1885 para gobernar el bienio de 1886 hasta 1888. En 1887 enferma de gravedad y es llevado a París para ser examinado, queda provisionalmente en el poder al vice presidente Hermógenes López, pero Guzmán Blanco gobierna indirectamente desde París.

De su gobierno resaltan la creación de el Bolívar como moneda nacional; la instauración del Himno Nacional; el segundo censo nacional; la creación de la Gaceta Oficial; el ferrocarril entre Caracas y La Guaira; la fundación de la Academia Venezolana de la Lengua; el servicio telefónico entre Caracas y La Guaira; el fomento a la agricultura y a la educación; el estímulo al comercio; importantes obras públicas, entre ellos el Panteón Nacional, el Palacio Federal Legislativo, el Teatro Municipal, el Parque El Calvario, el Templo Masónico de Caracas, la Basílica de Santa Teresa, la Santa Capilla, la estatua ecuestre del Libertador en la Plaza Bolívar, la Plaza El Venezolano así como las fachadas del Palacio de las Academias y el Palacio de la Exhibición, Palacio Arzobispal de Caracas y la Iglesia de San Francisco entre otras edificaciones y obras civiles.

Su respaldo al Perú
Durante su gestión gubernativa expuso con claridad su posición frente a la invasión de Chile al Perú y su renuencia para aceptar la posición diplomática chilena muy en giro por Latinoamérica para la cesión de la provincia peruana de Tarapacá. Fue el único presidente latinoamericano que expresó su rechazo rotundo al llamado "derecho de conquista" que alegaba Chile para anexarse aquel territorio tomado durante la Guerra del Salitre (1879-1883).

El obsequio de pasta de oro durante la presidencia del general Andrés A. Cáceres (1836-1923), quien gobernó el Perú en tres períodos (1884-1885), (1886-1890) y (1894-1895) representa el reconocimiento de aquel amigo del Perú, testigo contemporáneo de la conflagración del Salitre entre 1879 y 1883.

 
Oro que luce espléndido en el salón que hemos detallado. 
Una importante avenida de Lima lleva su nombre, Avenida general Guzmán Blanco.

Muere en París en 1899. En agosto de 1999, luego de haberse cumplido un siglo de su fallecimiento, sus restos son llevados al Panteón Nacional de Venezuela.



Salón Oro del Perú en restauración

La gran sala se muestra, en momentos de su refacción en junio del año 2007, gráfico tomado del Blog CONSTRUARTE 065, que administra don Guillermo Meneses, al igual que los demás grabados que ofrecen al gran salón.

Fuentes y créditos

Notas de Viajes del autor.

Palabras del general Guzmán Blanco.- Memorias del Cautiverio. Francisco García Calderón. Librería Internacional del Perú. Lima, 1948. pp. 61
General Guzmán Blanco, tomado de Wikipedia.

5 comentarios:

Luis Adolfo Siabala dijo...

Muy buen artículo. Sin duda, un dato ilustrativo para este poco conocido episodio, y en especial para cualquiera que no ha visitado ese hermoso salón.

Es curioso que, siguiendo una tradición arquitectónica milenaria occidental, se coloquen en las partes altas, como en las cúspides de las cúpulas, alegorías divinas o excelsas referidas a divinidades, casi siempre en pan de oro u oro puro, como es el caso de esta nota.
Posiblemente la tradición a partir de la construcción del templo de Salomón en 1,034 Aec.

Es además una característica que se pueden ver en las grandes salas de las logias masónicas del mundo entero.

Gracias por la información referida al presidente Guzmán Blanco.

Rafael Córdova Rivera dijo...

ESTIMADO LUCHO

MAGNIFICO ARTICULO, ADEMAS DE SU RIQUEZA..DEBES REMITIRLO A LA ´LEGION CACERES´´, PARA SU PUBLICACION.

ABRAZOS
RAFO

Guillermo Meneses dijo...

Saludos Sr. Siabala: Bueno por las investigaciones que se han logrado realizar a comienzos de esta grandiosa restauración, el peso en bruto de la figura del sol y la luna es de 25 kilogramos aproximadamente, la foto que tengo publicada es solo pintura no es autentica, se habla de que la pieza en oro se encuentra en el banco de Venezuela hace varios años debido a los cambios de gobierno, aquí participaron varios artistas tales como el italiano Giuseppe Orsi de Monbello, gran artista venezolano Arturo Michelena, Tovar y Tovar, Herrera Toro, y varios artesanos españoles que también participaron en algunas pinturas murales; lo cierto es amigo que este salón tiene mucha historia, con tiempo le hago llegar a su correo un buen resumen encantado le daré toda la información.

Rafael Córdova Rivera dijo...

MUY BIEN LUCHO, TE FELICITO POR TU INCANSABLE TRABAJO EN ASUNTOS VARIADOS, PREDOMINANTEMENTE HISTORICOS

UN ABRAZO

RAFAEL

José Abad dijo...

Estimado Luis Siabala:

Alguna vez intrigado por conocer el origen de los nombres de las calles de Lima, investigué sobre el general Guzmán Blanco y supe de su protesta ante los argumentos de la diplomacia chilena del "derecho de conquista" con el que justificaba la ocupación de territorios que no le pertenecían.

Es un merecido homenaje que la avenida que lleva su nombre, aunque de poca extensión sea una de las más transitadas en el centro de Lima.

Es muy interesante Luis Siabala su artículo, desconocía este detalle de la historia y la existencia de este salón en el Palacio de Miraflores. ¡Qué privilegio ha tenido de conocer este palacio y sus instalaciones! Muchas gracias amigo por transmitir esta experiencia.

En otras circunstancias visité hace unos años la ciudad de Caracas y no pude siquiera tomarle fotos al frontis del Palacio de Miraflores. Yo estaba con un colega ecuatoriano quien accionaba su cámara como buen turista. Al percatarse la guardia, fuimos conducidos a un salón nada fastuoso, donde le quitaron el rollo a la cámara, además de interrogarnos sobre nuestro origen y proceder.

Anécdotas de viaje.

Siempre es un placer leerlo, apreciado amigo.

Jose Abad